Maurits Cornelis Escher, más
conocido como M. C. Escher (Leeuwarden,Países Bajos, 17 de junio de 1898 - Hilversum, Países Bajos, 27 de marzo de1972), artista holandés,
conocido por sus grabados en madera, xilografías y litografías que
tratan sobre figuras
imposibles, teselados y mundos
imaginarios.
Su obra experimenta con
diversos métodos de representar (en dibujos de 2 ó 3 dimensiones) espacios
paradójicos que desafían a los modos habituales de representación.
Biografía
No fue
precisamente un estudiante brillante, y sólo llegó a destacar en las clases de
dibujo. En 1919 y bajo presión paterna empieza los estudios de arquitectura en
la Escuela de Arquitectura y Artes Decorativas de Haarlem, estudios que
abandonó poco después para pasar como discípulo de un profesor de artes
gráficas, Jessurum de Mesquitas. Adquirió unos buenos conocimientos básicos de
dibujo, y destacó sobremanera en la técnica de grabado en madera, la cual llegó
a dominar con gran maestría.
Entre 1922 y
1935 se traslada a Italia donde realiza diversos bocetos y grabados
principalmente de temas paisajísticos. Abandona Italia debido al clima político
de aquellas fechas, trasladándose a Suiza, y pasó algunos años allí, cuyo clima
le resultó muy desagradable y poco inspirador. Añora el sur de Italia y lo
frecuenta repetidas veces. También viaja a España, y en particular a Granada.
Visita dos veces la Alhambra, la segunda vez de forma más detenida, copiando
numerosos motivos ornamentales. Lo que aprendió allí tendría fuertes
influencias en muchos de sus trabajos, especialmente en los relacionados con la
partición regular del plano y el uso de patrones que rellenan el espacio sin
dejar ningún hueco.
En 1941 se
muda a Baarn Países Bajos, después de una estancia difícil en Bélgica (estamos
en plena 2ª Guerra Mundial). Parece que debido al habitual mal tiempo de esa
región, donde los días soleados se consideran una bendición, es por lo que
abandona los motivos paisajísticos como modelos y se centra más en su propia
mente, encontrando en ella una potentísima fuente de inspiración. Hasta 1951
vivió básicamente dependiendo económicamente de sus padres. A partir de
entonces fue cuando comenzó a vender sus grabados y obtener un buen dinero por
ellos. Esto le permitió vivir sus últimos años con una economía personal
excelente. Generalmente hacía copias de las litografías y grabados por encargo.
También hizo por encargo diseños de sellos, portadas de libros, y algunas
esculturas en marfil y madera. En cierto modo le resulta gratificante y a la
vez fácil, y se admiraba de tener en su taller una especie de «máquina de
fabricar billetes» reproduciendo sus propias obras. Normalmente no usaba
elementos de obras anteriores en las nuevas, excepto en los encargos
especiales. Hacía, por ejemplo, esculturas en madera basadas en algunos de sus
dibujos, y para algunas peticiones especiales reciclaba parte de las ideas y
elementos de obras anteriores. Quizás por ello en este período su producción
sea tan fructífera y regular, y sólo se verá interrumpida por la operación que
sufrió en 1962, consecuencia de su debilitada salud. En 1969 con 71 años
realiza su grabado "Serpientes" donde demuestra sus facultades a
pesar de su avanzada edad.
En 1970 se
traslada a la Casa Rosa Spier de Laren, al norte de Países Bajos|Holanda, donde
los artistas podían tener estudio propio. En esa ciudad fallece dos años más
tarde, el 27 de marzo de 1972 a la edad de 74 años.
Obra
A lo largo de
su carrera realizó más de 400 litografías y grabados en madera, y también unos
2.000 dibujos y borradores. De muchos existen decenas de reproducciones,
cientos e incluso miles de otros. Al final de su carrera destruyó algunas de
las planchas para que no se realizaran más reproducciones de originales.
También existen estudios y borradores de muchas de sus obras, en ocasiones
también varias versiones de algunas de ellas. Muchas de su obras se vendieron
masivamente poco después de su muerte y están esparcidas por el mundo. Un grupo
importante está expuesto de forma permanente en el Museo Escher en La Haya,
Holanda.
Como artista,
M.C. Escher resulta difícil de clasificar. Se han hecho múltiples
interpretaciones de sus obras, pero la realidad es que Escher no tenía grandes
prentensiones ni mensajes que transmitir, sino que básicamente plasmaba lo que
le gustaba. No basaba su trabajo en los sentimientos, como otros artistas, sino
simplemente en situaciones, soluciones a problemas, juegos visuales y guiños al
espectador. Visiones, en ocasiones, que le sobrevenían por las noches, que pasaban
por su imaginación y que creía merecedoras de ser plasmadas en sus cuadros.
Él mismo
reconocería que no le interesaba mucho la realidad, ni la humanidad en general,
las personas o la psicología, sino sólo las cosas que pasaban por su cabeza. En
cierto modo era alguien introvertido, dicen incluso que de trato difícil, que
prefería crear su propio universo.
Los expertos
coinciden, y es bastante evidente examinando la mayor parte de sus obras, en
que una de sus principales características es la dualidad y la búsqueda del
equilibrio, la utilización del blanco y el negro, la simetría, el infinito
frente a lo limitado, el que todo objeto representado tenga su contrapartida.
El análisis de
sus obras, tal y como definió Bruno Ernst, uno de sus biógrafos, permite clasificarlas
básicamente en tres temas y diversas categorías:
La estructura
del espacio – Incluyendo paisajes, compenetración de mundo y cuerpos
matemáticos.
La estructura
de la superficie – Metamorfosis, ciclos y aproximaciones al infinito.
La proyección del
espacio tridimensional en el plano – Representación pictórica tradicional,
perspectiva y figuras imposibles.
Las obras más
conocidas de Escher son probablemente las figuras imposibles, seguidas de los
ciclos, metamorfosis y, directa o indirectamente, sus diversos trabajos sobre
la estructura de la superficie y la partición regular del plano (patrones que
rellenan el plano).
Imposible
Improbable
Gran parte de
su obra reside en el Museo Escher (Escher in het paleis) en La Haya (Holanda).